viernes, 15 de octubre de 2010

Mascotas en la familia, ¿sí o no?


Pedir una mascota para la familia a los padres es algo muy común entre los niños. Motivos, diversos. No obstante, se ha de hacer una valoración detenida antes de tomar una decisión. Para ello podemos elegir la clásica toma de decisiones a través de pros y contras escritos en una hoja.

Las mascotas son para toda la vida, y no un mero juguete temporal para satisfacer los caprichos de nuestros hijos. Las mascotas en cuanto entran en casa deben pasar a ser como un miembro más de la familia y hay que tratarlo como tal y enseñar a nuestros hijos a saber tratarlos con respeto, con cariño y con su debida atención, puesto que están a merced de lo que nosotros le ofrezcamos y dependen de nosotros involuntariamente. Ellos no nos han elegido, sino todo lo contrario, nosotros les hemos elegido y debemos ofrecerle lo mejor para su cuidado.

Un animal en casa es una responsabilidad más de la que ocuparse. Los animales necesitan una especial atención desde el primer día que lo tenemos en casa. Hemos de ocupar tiempo en sacarlos a pasear o de que hagan ejercicio. Hemos de estar pendientes de sus horas de comida. Y hemos de intentar prestarles la atención que necesitan, jugar con ellos y hacerles compañía.


Supone una renuncia a muchas salidas en familia, pues no en todos los lugares admiten animales y menos si son, por ejemplo perros de razas grandes.
Por otro lado, la compañía de un animal en nuestras familias puede ayudar sin duda a trabajar en los niños el sentido de la responsabilidad, del amor incondicional y de la amistad. Los niños adquieren también habilidades para cuidar a otros y desarrollan su empatía.

Además, el tener animales en casa ayuda a los niños, puesto que aprenden a relacionarse y a expresar sus emociones, algo que es tan necesario como el comer o dormir, y además mitiga la soledad de niños y adultos.


No hemos de olvidar que el tener una mascota desde cachorro implica el educarle y eso requiere mucho tiempo, energía y paciencia. Es recomendable que le eduque un solo miembro de la familia pero que estén presentes el resto de la familia para aprender cómo tratarlo y que todos actúen en la misma línea y el animal no reciba mensajes contradictorios. La implicación de toda la familia en la educación de la mascota ayuda también a que nuestros hijos aprendan un trato más humanitario y una comunicación más eficaz.


*Homenaje a mi querido Leo, que me acompañó durante 13 años. La mitad de mi vida. Nunca te olvidaré!

2 comentarios:

  1. Me encanta el tema. La verdad es que cuando entra un animal en tu casa, como un perro, el cariño, la compañia, y el estilo de vida, se hacen indispensables, por eso es muy común que cuando por desgracia nos faltan, por mucho dolor qe sintamos durante la pérdida, al poco tiempo volvamos a arropar nuevamente en casa a otro cachorrito. Pero es importante saber y valorar mucho antes de decidirse que implican un sacrificio muy grande, educarlos, bajarlos a la calle a dar sus paseos, llevarlos a hacer ejercicio, vacunarlos, alimentarlos bien, mantenerlos limpos, etc. pero nada es comparable al amor de este hacia ti.

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  2. Estoy totalmente de acuerdo con el articulo,el tener un animal en casa requiere unas ciertas obligaciones pero creo que esas "obligaciones" tambien aportan cosas positivas,como que los niños sean responsables, cariñosos y valoren el sentido de la amistad, podemos hacer de los paseos un momento para compartir con los niños e incluso te sirven de desconexion.

    Segun el tiempo libre del que se disponga se puede tener un tipo u otro de mascota ya que cada uno requiere unos cuidados distintos.Yo he tenido desde pequeña animales en casa y es una experiencia que espero puedan tener mis futuros hijos, porque los sentimientos que tuve hacia ellos no los olvidare jamas.

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